MOTORES DE ALTO RENDIMIENTO Y PROTECCIÓN ANTIBALAS

Tras más de diez años de investigación en el Instituto de Cerámica de Galicia, Carmen Cerecedo y Víctor Valcárcel constituyeron Neoker S.L, una spin-off nacida en el seno de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) y destinada a la producción industrial de nuevos materiales para industria aeroespacial, aeronáutica y de automoción de alta competición, entre otras aplicaciones. En concreto, su innovación se basa en el desarrollo de un material cerámico en forma de fibra cuyas características permiten la fabricación de composites en base metálica, cerámica o polimérica, que son materiales de refuerzo y ultraligeros con multitud de aplicaciones.

HASTA EL MOMENTO SE HABÍAN HECHO

numerosos estudios sobre fibras monocristalinas de alúmina a escala de laboratorio, pero Neoker ha sido la primera y única empresa que ha conseguido fabricar el producto a escala piloto, cuyo escalado industrial dependerá de la demanda. El material obtenido es muy resistente, tanto por su dureza y resistencia como por su estabilidad térmica y química, lo que lo hace recomendable en aplicaciones de alto valor añadido, principalmente en motores para la industria aeronáutica y aeroespacial, en sectores punteros de la industria de automoción o en defensa.

Las características del producto diseñado y fabricado por Neoker le confieren propiedades excelentes para su aplicación en balística, protección de vehículos, aviones o barcos. También ha demostrado su idoneidad en la fabricación de filtros para metales fundidos y materiales aislantes de alta temperatura, en entornos químicamente agresivos y que otros materiales alternativos no permiten abordar.

En la actualidad Neoker potencia contratos de desarrollo con centros de investigación y departamentos empresariales de I+D con el propósito de elaborar piezas demostrativas cuyas propiedades convenzan a los clientes de las ventajas de incorporar el material en sus aplicaciones, como un modo de mejorar sus rendimientos. Carmen Cerecedo señala que, pese a que todavía son una empresa pequeña, “tenemos gran potencial”. “Presentamos un producto complemente innovador, no renovamos, lo que a veces dificulta la entrada en el mercado”, reconoce.

La combinación de las fibras de alúmina que produce Neoker con tejidos le ha permitido sumar propiedades. Así, trabajan en colaboración con empresas dedicadas al sector de la defensa en la fabricación de chalecos antibala y anticuchillo. La empresa ya ha alcanzado acuerdos con otras compañías, centros tecnológicos y universidades en el ámbito nacional e internacional.

En el año 2004 el proyecto de fabricación de fibras monocristalinas de alfa-alúmina fue seleccionado por las tres universidades gallegas y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), conjuntamente con la Dirección Xeral de Promoción do Emprego de la Xunta de Galicia, para la creación de una empresa de base tecnológica. Más tarde Neoker se convertía en un proyecto subvencionado bajo el programa Iniciativas NEOTEC del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial, (CDTI). El Instituto Galego de Promoción Económica (Igape) y el Servizo Galego de Propiedad Industrial (Segapi) complementaron estas ayudas.

Cuando innovas tienes el problema de que la entrada en el mercado es más complicada. Las empresas son conservadoras y cuando el producto es nuevo tiene que convencerles, conseguir que confíen no solo en él sino también en la empresa. Luego va de boca en boca: si alguien apuesta por él, la competencia lo va a querer”.Carmen Cerecedo

INTERÉS PRIORITARIO EN DESARROLLO

Los dos responsables de la compañía se muestran orgullosos de sus orígenes y destacan la importancia de la financiación pública que les ha respaldado desde sus comienzos. Al grupo de promotores iniciales se unieron en 2006 Unirisco y Uninvest, dos entidades de capital riesgo que creyeron en las posibilidades de Neoker. En 2007 llegó uno de los reconocimientos más importantes: el Premio Nacional a la Innovación en el área de tecnología industrial y de los materiales concedido por la Empresa Nacional de Innovación (ENISA) con motivo de su 25 aniversario, galardón que compartieron con otra empresa gallega, Nanogap.

Desde Neoker siguen más preocupados por hacer desarrollo y buscar aplicaciones que por realizar ventas. Saben que la fabricación del producto a gran escala superará todas las expectativas creadas en el plan de negocio de la compañía, por lo que destinan su facturación, todavía baja, y los recursos públicos que obtienen a dar a conocer un producto con base en su capacidad para revolucionar numerosos sectores, principalmente el de la aeronáutica o el de defensa. Sus contactos internacionales ya han traído consigo acuerdos con países como Francia, EE.UU. o Japón.

Una de las líneas de negocio por la que se han decantado es la fabricación de bandejas de soporte cerámico para la transformación del fuel como combustible en el sector nuclear. En Neoker han conseguido obtener un producto de menor coste que el que se utiliza en este tipo de combustión y más ecológico. El proyecto, financiado por el CDTI, termina en 2012, pero la empresa instalada en O Milladoiro (A Coruña) ya ha conseguido que una compañía rusa se interese por su compra.

Víctor y Carmen constituyen un claro ejemplo de la tenacidad y la paciencia en el ámbito del emprendimiento innovador. Tras muchos años de investigación y trabajo han logrado poner el valor comercial en conocimiento desarrollado en el laboratorio universitario plasmándolo en un plan de negocio y poniendo las bases para exportar tecnología gallega a todo el mundo. De momento, diseñan prototipos para que las empresas conozcan las ventajas de aplicar sus fibras. Una vez que esos acuerdos iniciales fructifiquen, prevén ampliar la plantilla actual de cinco trabajadores y crear un horno capaz de fabricar el producto en cantidades industriales. Son únicos en el mundo.